I

Sigues dando vueltas, sigo preguntándome qué pasó en el camino, qué te hizo partir, dejarme, hacerme llorar como prometiste nunca hacerlo.
Estos días he estado de luto, me cuesta concentrarme en asuntos que no te involucren, aunque últimamente apareces en todas mis escenas, divagaciones, dolores, especialmente en mis dolores. Tengo el paso lento, cansado, lánguido, me cuesta un poco respirar, avanzar, hasta creer en milagros me resulta trabajoso, algunos días parece que hasta abrir los ojos por las mañanas es un gasto de energías que no tengo. Ha estado nublado, a veces llueve, a veces el viento sopla con rabia fecunda y yo recuerdo la mañana en que me abrazabas y me decías que no tuviera miedo, pero tú trajiste el miedo, tú lograste transformar mi vida en colores y apagarla abruptamente.

Lloro seguido, sonrío con nulas ganas, respiro sin querer.

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A veces creo que te voy a llorar toda la vida

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Dejar partir

El día sonríe, el cielo está de fiesta... todo parece mejor.
Me hacen tan bien los días primaverales, me hacen tan feliz. Hoy tengo fe infinita, creo que todo va a pasar, que el dolor por fin se va a endulzar. Olvidar lo malo, ceder ante las dudas. Dejar partir, dejar partir aunque duela, aunque se extrañe, aunque a veces mate un poquito.

Fuiste mi micro-milagro.

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Adios, ve a jugar con el destino
que no fue el mismo que el mio
que no fue el mismo.
Adios, ve a pintar otro camino
fotografiando tu objetivo
que no fue el mio.

Desvarío

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Que el maldito mundo se me venga abajo, que se me caiga pedazo por pedazo el cielo, después de tanta felicidad tenía que venir la tristeza; es por el equilibrio... nada puede ser tan bueno, nada. Y yo me devuelvo a los rincones oscuros donde siempre pertenecí porque las cosas buenas no me vienen, las sonrisas gratuitas no existen.

Siempre soy la mala, la que la cago, la que arruina todo. No sé querer, no, no voy a aprender

Sálvame un poquito
no hay cuchillos cerca para morir. Salvame un poquito.

La historia de mi vida, ser repelente a quienes quiero, quise, querré. sé perfectamente cómo alejarlos de mi lado, sé como caer, cómo aburrirlos de mis idioteces... porque nadie, nadie me puede salvar-

Siempre es un juego, para todos siempre es un juego.
Me miro en el espejo y noto que soy desechable, el error fue creer, fue volar, fue sentir,
yo me sabía el final no feliz, siempre me los sé pero avanzo, avanzo y aquí estoy, llorando otra vez

¿Por qué me dejaste volar si sabías que iba a caer?
nunca te dije que era frágil? ¿no notaste mi alma moribunda?
no es justo, sabes, nada lo es... yo traté de detenerme, de hacerte desaparecer,
traté de no sentir, pero fue imposible-

Mentirme a mí misma, creer que fue verdad, sentir sin lamentar.
No quiero, no, nunca más, nadie me va a consolar, me duelen los ojos de tanto llorar.

Un abrazo nada más, el último, el último.

Me dejaste vacía. Me arde todo el cuerpo, me sangran las heridas.

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Y esto es el reproche más dulce que haya

(Paréntesis)