viernes, 25 de febrero de 2011

Residente




Y con un beso hacemos una transfusión de saliva.

sábado, 19 de febrero de 2011

Eme










Eres dulce, de lo más dulce que he probado
y me hace sentir tan tranquila el saber que me estás queriendo,
el saber que tú me cuidas,
que estás conmigo,
que lloras mis penas...
que me estás salvando.

Sigamos el camino, intentemos encontrarnos el ritmo,
quiero hacerte feliz porque cuando me tocas vuelo entre las estrellas.

sábado, 12 de febrero de 2011

Nunca me atreví a soñar...
hasta que llegaste magicamente un jueves por la tarde, nada fuera de lo normal, nada que me hiciera pensar que te ibas a quedar en mí de esta forma tan dolorosa.

Me dueles en distintos rincones del alma, con intensidades oscilantes en diferentes momentos del día.

Me dueles en el pecho, eres como una opresión que no puedo evitar. Me cuesta respirar, en algunos momentos me ahogo y sigo sangrando.

Eres como un frío mutilante, pensar en ti me hace temblar, me duelen las extremidades, la cabeza, el cuerpo completo resiente tu ausencia.

Sabes qué es lo que más me duele? es que no te haya importado ni un poquito todo lo que te entregué, trataste mi alma como una baratija, me desechaste sin un poquito de remordimiento.

Esa tarde en la estación de trenes quise detener el tiempo y abrazarme a ti por siempre, quise que ese beso caminara despacito por la eternidad, quise decirte que nunca, NUNCA conocí a alguien como tú, que eres mágico, que eres calma, quise que supieras que no sabía cómo lo hacías pero tenías el poder de hacerme creer cada palabra que cruzuba tus labios. Quise, también. que lloraras un poquito conmigo, que me ayudaras con la pena, que te unieras a mi duelo latente, quise que me pidieras que me fuera contigo, que me retuvieras a tu lado, quise que me trataras con la misma dulzura de siempre, quise...

Creo que nunca lloré tan amargamente como ese día en que volví a la habitación que nos abrazó por tantos días. Me dolía todo de una forma que no te puedes imaginar, quería morirme, quería que volvieras, que me quisieras, quería ser lo que tu necesitabas pero sabía que no podía serlo. La cama tenía tu olor, me abrazaba a ella con tanto ahínco y desesperación porque no podía soportar la idea que desapareciera ese magico aroma, porque sabía que era lo único real que dejabas.

No sabes cuánto esperé que me llamaras, deseaba fervientemente que me escucharas llorar, que me dijeras unas cuantas palabras que menguaran el dolor, deseaba que me llamaras arbolita una vez más, pero era el fin para ti.

Quisiera dejar de llorarte, pero el duelo parece eterno y una parte de mí se niega a dejarte a ir, porque fuiste lo más maravilloso que he visto en mi vida, con tantos colores, con tanta luz que pienso que si te retengo un poco más quizá recuerdes el camino a mi casa y te des una vuelta para enseñarme a volar.

Yo no sé si esto es amor, espero que no, espero que el amor se más dulce que esta pena eterna que llevo en el alma, espero que sea de otra forma, con otro sabor.

Mis lágrimas deben tener mucho de ti.

Fuiste astuto, yo en cambio me dejé caer, a mí nadie me dijo que esto iba a doler, yo no te tenía a ti para decirme que tuviera cuidado, yo sólo me entregué porque te creí tanto aún cuando sospechaba que los paraísos a los que te referías sólo existían en tu cabeza.


El mundo era mejor cuándo sabía que estabas de mi lado, cuando te tenía para mí, cuando sabía que aún en la distancia una parte de mi alma te pertenecía y tú la cuidabas, el mundo era mejor hasta que me dejaste en esta oscuridad inmensa que no da tregua al dolor.

lunes, 7 de febrero de 2011

Te tomaba la mano, te quería despacito sin apuros porque cuando sentía tu piel la eternidad era mía, era nuestra.

Suspiraba, yo te creía cada silaba porque nada tan celestial podía equivocarse. Celestial, cariño, tú eras celestial, como de burbujas y paraísos, como de libertad y pedacitos de sonrisas, como un corazón latiendo dulcemente tras la agitación, tras nuestra agitación.

No imagino mi historia sin ti, no me imagino la vida sin ti, sin tu brillo, sin tus cantos, tus cuentos y encantos, sin tus manos milagrosas, esas que curaban heridas y llevaban al cielo, directo sin escalas.

Contigo recorrí el sol, la luna, las estrellas, el infinito completo lo pude caminar cuando llegabas a mis secretos, que fueron más tuyos que mío.

Ahora mismo te recorrería el alma con un beso profundo, a ver si se me quita un poquito el miedo de seguir esperando tu regreso.

Mi cuerpo entero lleva un poco de ti, mi lengua tiene tu sabor, te quiero acá, dentro de todo lo que te pertenece, yo te pertenezco un poquito.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Nos salvamos

Nos podemos querer todo el tiempo que sea necesario, nos salvamos.

De tu boca el aire parece más dulce, más puro, me haces bien, no sé cómo lo haces pero has bordado un mar de felicidad en los labios, te quiero, así sin nombre, te quiero.

Eres de caricias suaves y precisas, tus manos son medicinales, delicadas, me arrullas, me consuelas, yo te beso y somos uno. Todo parece perfecto, sin etiquetas, ni expectativas, sin tiempo ni obligaciones.
Nos queremos, nos salvamos.

Tu presencia me protege, me rescata de todo y todos, yo sé que mis brazos también ayudan, disipamos las dudas juntos, nos atrevemos sin apurar el paso porque el paisaje está re lindo y nos gusta estar acá.

Y nos exploramos pausadamente, el tiempo es nuestro, lo hacemos nuestro en cada beso, en cada viaje. Cruzamos nuestras manos y somos un poco invencibles porque nos queremos como nadie se quiere, aunque no tengamos nombre nos queremos.

Tú me cuidas, a veces velas mi sueño y yo te invito a mis lugares secretos, no me da miedo sentir tu respiración, aun cuando se agita trae un remanso de paz que nunca sentí, nunca hubo nadie como tú.

Primera vez, no tengo ni un trocito de miedo, no tiemblo, estoy segura de lo que hago, de lo que hacemos, sé que puedo mecerme en tus encantos. Tú me abrigas, me refrescas, me liberas y yo, yo hago lo que tu me viniste a enseñar, yo te quiero.
 
Real Time Web Analytics