Me duele todo, otra vez. Me siento débil y tengo frío, y
tengo miedo. Hace tanto frío.
Me vuelvo a quebrar, y son las mismas piezas que un día
cayeron las que hoy se vuelven a destruir. Lento y de golpe.
Yo lloro, porque no sé qué más hacer. Me odio de tantas
formas posibles que cortaría cada parte de mi ser. Me odio.
Estoy tomando caminos equivocados, me duele no saber qué
hacer, no conocer la dirección. Estoy lejos de todo, de todos.
Quiero volver a ti, y gritarte que soy tan débil, que todo
me destruye, que me autodestruyo. Tengo lugares tan oscuros, tan feos, tan
deshabitados y no los quiero, desearía no tenerlos, pero necesito que me
quieras con ellos también.
Estoy destruida, gigante,
Ven y abrázame.
Ven y perdóname.
Ven y ámame.
No me juzgues.
Intento buscar un lugar de luz para que nos podamos sentar,
y conversar, y reencontrarnos, y querernos. Pero hoy no tengo lugares de luz para ofrecerte.
Perdón.
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